viernes, 30 de diciembre de 2016

Crónicas de un sueño 8.3



-Secuela indirecta de Crónicas de un sueño 8.2-


Puede que no siga a los anteriores sueños que tuve de ella pero como siempre su imagen luce en su máxima plenitud. Es la única que consigue plasmarse en mis sueños con tal lucidez que quiebra mi realidad. Solo soy un mero espectador en esta ocasión, no estoy involucrado.

Las clases habían tocado su fin para los compañeros de Bonyari. Raku Ichijo anduvo por las calles contemplativo por todo lo acaecido tiempo atrás. Por fin había aclarado su corazón pero su amor, Chitoge Kirisaki decidió marcharse a EEUU para formarse en sus estudios prometiéndose volver a ver en el futuro. Melancólico, Raku se reunió en la azotea de su centro escolar para celebrarlo con los suyos pero no sin antes sentir en el periplo de sus pensamientos como alguien le observaba de entre las calles. 

No halló respuesta alguna.

Allí arriba, sintiendo la abrumadora ciudad en el horizonte se encontraba Ruri, la chica de su mejor amigo. Raku le preguntó por él, extrañando su ausencia sin saber que la respuesta desembocaría un llanto lastimero. Asustado sin saber que hacer su cabeza empezó a fabricar incontables  situaciones desagradables y rompió también a llorar.

-¿Que te pasa? No se que te estarás imaginando pero te estaba tomando el pelo, Maiko llegará en breve - Contestó Ruri dejando a Raku como un palurdo.

Raku volvió a sentir la presencia en su nuca pero al volverse para encontrar el foco de aquella sensación no encontró absolutamente nada. Esta vez sentía una melancolía muchísimo mayor, como si le faltara algo, como si olvidase algo muy importante.

El sueño da un salto a partir de aquí situando a Raku dentro del edificio escolar persiguiendo a Shuu Maiko por haberle tomado el pelo con la fina intención de meterle una colleja. Cuando entraron en el aula, solo se encontraban ellos, su profesora así como amiga de la infancia y "hermana" de Raku; Yui y la chica de mis sueños, aquella que siempre puedo ver con plena claridad, aquella que llena mi ser y alivia mi alma, mi querida Kosaki Onodera.

Sentados en los pupitres, Raku con un hueco entre su mesa y la de Onodera sintió de nuevo la extraña sensación y notó como esa ausencia hacía temblar las mesas, como si faltara un soporte vital dejando cojo a todo el conjunto inmobiliario de aquella sala. Raku se levantó y de cuclillas frente a un lado de la mesa de delante observó con el rabillo del ojo a Onodera que jugueteaba con su móvil. Una angustia le recorrió su cuerpo y todos sus antiguos sentimientos hacia ella afloraron en un torrente de emociones que no supo controlar. Por un instante se arrepintió de haber elegido a Chitoge en vez de a su amor de toda la vida...ella, Kosaki Onodera. El tiempo había pasado y aunque ella también había estado enamorada de él, todo había terminado. Jamás iba a ser como antes, jamás rescataría aquellos momentos porque como tales, se habían convertido en recuerdos.

-Quizás esté chateando con Tonny (Tom o Tommy, no lo recuerdo bien)- Resonó la voz de Maiko no solo en la sala, sino en mi alma también- Quizás sea el que falte hoy aquí, con nosotros.

El sueño acaba aquí, aún quedaba como siempre muchas respuestas por resolver y algunos personajes por aparecer pero sobretodo, aún debía disculparme con Onodera. Y se que alguna noche será, en algún sueño ocurrirá, no hay duda de ello. La Kosaki Onodera de mis sueños, la Kosaki Onodera que viste mi título de amor platónico aún debe ser testigo de mis mas profundos sentimientos. Y sobretodo, si me pilla de paso, debería confesarle a Raku que la persona que le observaba era Marika Tachibana.
Creo que no existe mejor forma de despedir este año 2016, con su figura. Se que aún no he avanzado ningún paso pero juro que la alcanzaré. Mi mundo onírico está ahí y con el ella. 


Hasta el año que viene, Onodera.






P.D: Este es un sueño difícil de expresar con palabras, la visión de Onodera tengo que dibujarla (si o si) y lo haré. Tarea que tengo pendiente.