miércoles, 26 de febrero de 2014

cap17-Sonidos huecos



La profundidad del acueducto parecía no tener fin alguno. Paso tras paso, mi alma vagabundeaba descalza sobre el frío suelo metálico pisando los vacíos charcos formados por la crepitación de innumerables gotas proyectadas desde los pequeños orificios del techo. 
A cada avance se emitía un agudo pinchazo que recorría mi cuerpo acabando en la nuca. Vástagos de recuerdos se proyectaban en los pensamientos de mi alma mostrando una cruenta realidad de todo lo ocurrido tiempo atrás antes de caer en éste desierto de arenas blancas.

¿Gente?
¿Amigos?
¿Risas?
...
¿Acaso era...felicidad?

Cada pensamiento punzaba una incógnita de lo que sentía, puesto que en estos momentos mi alma se haya despojada de toda emoción, pero...

¿Acaso esas emociones tienen alguna relación con este espacio?
Si encuentro la solución a este acertijo, ¿podré salir airoso?

Aunque todas estas visiones nublen mi vista y desgarren mi alma, siento necesario un apoyo, una mano que me ayude a cruzar estas interminables catacumbas que han engullido mi alma abandonándola a la deriva. Ven ser resplandeciente que te postrabas junto al árbol susurrante, ayuda a esta alma desamparada y guiala a la salvación,

Ven, mi redentora